El paisaje de la huerta de Valencia. Elementos de interpretación de su morfología espacial de origen medieval
Autores: Enric Guinot Rodríguez
Publicación: Historia de la Ciudad V. Tradición y progreso, ISBN 978-84-86828-80, 2008, pags. 98-111
Resumen:
Probablemente la huerta de Valencia sea uno de los paisajes históricos más complejos de las tierras valencianas tanto por su morfología espacial como por la densidad de arquitecturas, espacios y huellas que se han ido acumulando en su seno a lo largo de los siglos. Ello se debe en buena medida a encontrarse situada en el entorno de la ciudad más grande del antiguo reino de Valencia y de la capital del Sharq al-Andalus durante el período musulmán, lo que ha provocado una larga y fecunda interrelación entre mundo urbano y mundo rural, pero en ello también ha influido sin duda su larga historia. Hay que tener en cuenta que, como tal paisaje específico de regadío, tiene una antigüedad de alrededor de 1200 años pues sus orígenes se remontan a la instalación de los grupos tribales musulmanes que empezaron a llegar a la Península Ibérica a lo largo del siglo VIII alrededor de la entonces muy pequeña ciudad episcopal romano-visigoda de Valentia. Aunque se ha argumentado en tiempos pasados sobre los orígenes romanos de este espacio agrícola, en realidad fueron los campesinos musulmanes los que crearon la primera huerta de Valencia así con mayúsculas, los que diseñaron y construyeron sus primeros sistemas hidráulicos, probablemente la acequia de Rovella, quizá la de Favara, junto a las de Petra, Rambla y Algiròs, y fundaron también los primeros poblados -las alquerías andalusíes- en las que se instalaron a vivir, aunque durante los siglos siguientes hasta la conquista cristiana del siglo XIII el lógico crecimiento poblaiconal, económico y social de al-Andalus fue llevado a la ampliación de dicha huerta primitiva con nuevos sistemas hidráulicos y lugares de población.